cómo mantener la motivación durante el año
¿Alguna vez te has apuntado a un gimnasio con toda la ilusión del mundo, solo para abandonarlo unas semanas después? ¿Has intentado crear una rutina pero no has logrado mantenerla más que unos días? ¡No te preocupes! Es más común de lo que crees y nos pasa a todos en algún momento. Hoy vamos a ayudarte a cambiar eso. Te mostramos las mejores estrategias para mantener tu motivación para entrenar en lo más alto y no dejar que tus objetivos se queden en el olvido.
No te engañes. Querer tener el cuerpo de Chris Hemsworth en dos semanas no es realista ni posible (a menos que seas Chris Hemsworth, claro). Empieza con objetivos pequeños y alcanzables. ¿Qué tal correr 5K sin parar? ¿O conseguir dedicar cada día un rato a caminar? ¿O hacer 10 flexiones seguidas? Recuerda: cada pequeña victoria es un paso hacia el éxito.
Más allá de «quiero verme bien en la playa», hay que buscar una motivación profunda. ¿Quieres tener más energía? ¿Mejorar tu salud? ¿Demostrarte a ti mismo de lo que eres capaz? Conéctate con ese motivo y visualízalo cada vez que sientas que flaqueas.
Entrenar no tiene por qué ser aburrido. ¿Te gusta bailar? Prueba Zumba. ¿Eres competitivo? Únete a algún club deportivo. La clave está en encontrar algo que disfrutes tanto que ni siquiera parezca ejercicio.
Todo es mejor y más fácil con amigos, ¿no? Encuentra a alguien con objetivos similares y apoyaos mutuamente. Cuando alguien cuenta contigo es más difícil fallar.
¿Has entrenado tres veces esta semana? ¿Has conseguido terminar todas las series? ¡Celébralo! Reconoce y felicítate por cada pequeño avance. Tu cerebro asociará el ejercicio con esas buenas sensaciones y querrá más.
Habrá días en los que no tendrás ganas, te sentirás cansado o simplemente la vida se pondrá por medio. Es normal y no pasa nada. Prepara un plan B para esos momentos. Quizás una rutina corta de 10 minutos en casa o una caminata rápida. Recuerda: algo siempre es mejor que nada y ese poco hará que te sientas mejor seguro.
Hay miles de apps que pueden ayudarte a seguir tu progreso, desde contadores de pasos hasta planificadores de rutinas. Escoge una que te guste y úsala para mantenerte en el camino correcto.
La monotonía es el enemigo número uno de la motivación. Cambia tus ejercicios, prueba nuevas clases, explora diferentes disciplinas. Mantén tu cuerpo y mente en constante desafío.
Imagínate alcanzando tus metas. ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te ves? Guarda esa imagen mental y recurre a ella cuando sientas que tu motivación decae.
Roma no se construyó en un día, y tu cuerpo tampoco cambiará de la noche a la mañana. Sé consistente, pero también sé amable contigo mismo. Si fallas un día, no te castigues. Simplemente vuelve al camino al día siguiente.
Recuerda que la motivación es como una ducha: no dura para siempre, por eso necesitas renovarla cada día. Con estas estrategias en tu arsenal, estarás mejor equipado para mantener el rumbo hacia tus objetivos de salud. ¡Puedes hacerlo!
No olvides que en Klimb hemos pensado mucho en ello y estamos aquí para ayudarte. Nuestras clases van cambiando, para que no te aburras; son de máximo 6 personas, para que no solo entrenéis, si no que podías conoceros, animaros entre vosotros y tener al entrenador muy pendiente; horarios concretos, de forma que una vez que te has comprometido es más fácil o fallar.
Y tú, ¿qué estrategias usas para mantenerte motivado? ¡Cuéntanos en los comentarios!
En Klimb queremos que pruebes nuestro sistema de entrenamiento y por eso ponemos a tu disposición un START PACK a precio muy reducido.
¡Hablemos!